Hay varios hilos mencionando regulación de listas y se cita ese decreto http://docentesconeducacion.es/viewtopi ... 132&t=2508
Es el decreto que modificó el tema de listas, porcentaje de nota de oposición ...
He visto esto https://profesorgeohistoria.wordpress.c ... -de-figar/
Y he buscado la fuente. Se trató en la asamblea de Madrid el día 19 de noviembre de 2015
http://www.asambleamadrid.es/DDSS%20Leg ... df#page=99
Pongo enlace y parte del texto
M-6(X)/2015 RGEP.4909(X)/2015, RGEP.5225/2015 y RGEP.5235(X)/201515. Moción del Grupo Parlamentario Socialista subsiguiente a la Interpelación I-24(X)/2015 RGEP.3995, sobre política general en materia de profesorado no universitario.
Según acuerdo alcanzado en la Junta de Portavoces del pasado día 17 de noviembre por unanimidad de todos los Grupos Parlamentarios, el tiempo de intervención en las mociones, y en las PNL también, en este Pleno, será de diez minutos como máximo. Tiene la palabra, en primer lugar, el señor Moreno Navarro, autor de la interpelación.
El Sr. MORENO NAVARRO: Gracias, señora Presidenta. Señorías, tuvimos oportunidad de debatir hace un par de Plenos sobre un elemento esencial en la mejora de la educación, sus profesores. Hoy traemos aquí una moción para sustentar esta afirmación... la calidad de la enseñanza descansa en sus enseñantes y la calidad de estos, en cómo les tratamos. Por eso nos parece necesario, nos parece de justicia, nos parece una deuda que tenemos con ellos, traer como consecuencia de la interpelación una moción que clama por tener una educación mejor pero que reconoce que esto pasa inevitablemente por cuidar más a su profesorado.
Los continuos cambios en la sociedad han influido en los centros docentes, en los estudiantes, en las familias y en su actitud frente a la enseñanza. Son muchas las demandas que afectan a los docentes que han visto modificadas en parte sus tareas y que tienen que abordarlas con habilidades profesionales más amplias. Cuestiones como el aumento de la población escolar, la ampliación de la enseñanza, la heterogeneidad del alumnado, la llegada de internet, el señor “Google”, la señora “Wikipedia”, los recortes también, claro, obligan al profesorado a afrontar una acción educativa cada vez más diversificada y con mayor exigencia de individualización, a la par que más necesitada de cooperación, proyectos docentes compartidos y trabajo en equipo de profesionales multidisciplinares. También ha cambiado la relación entre los adultos y los jóvenes en el ámbito social, familiar y escolar. El profesor ha sido tradicionalmente el transmisor de conocimientos con relevancia y crédito reconocidos e insustituibles para proporcionar enseñanza -función en la que encuentra respeto y valoración- pero esto hoy debe convivir en los centros y en la sociedad con modelos de relación más complejos y participativos. Todo ha cambiado, todo menos la esencia de la labor del profesor, guiar, motivar, enseñar a pensar y, por tanto, no solo siguen siendo fundamentales en el proceso de enseñanza de aprendizaje sino un eje sobre el que deben girar todas las acciones en pos de la mejora de la educación. Vayan estas palabras de homenaje a los profesores que hoy nos acompañan en la tribuna, a los que agradezco su presencia. (Aplausos en los escaños de los Grupos Parlamentarios Socialista, Podemos Comunidad de Madrid y de Ciudadanos).
Para poner todo ello en valor, nuestra moción es muy concreta y sencilla y explora varias dimensiones. La primera propuesta consiste en instar a que se pongan en marcha políticas de profesorado que, entre otros objetivos, trabajen en recuperar su prestigio y una adecuada situación laboral. Para responder a las nuevas y mencionadas exigencias, seguimos confiando en maestros y profesores, a los que pedimos habilidades, competencias y compromisos cada vez más complejos, sin las consiguientes contraprestaciones de formación, motivación o calidad del empleo. Y he aquí una paradoja; una paradoja que, para resolverla precisa de varias actuaciones: quizás la principal, desde un punto de vista institucional, es que es preciso abandonar la costumbre instalada en representantes institucionales de transmitir un menosprecio y una falta de confianza al colectivo de docentes.
Con la salida de Wert y su camarilla algo ha cambiado en el Ministerio, y me consta que no está en el ideario del Consejero ni de su equipo, pero debe afianzarse como una política general y no al albur de la cordialidad del Ministro y del Consejero correspondiente. También es imprescindible abordar el problema de la precariedad y de la rotatividad. Las cifras son muy contundentes y muy desalentadoras a la vez: un tercio de la plantilla no tiene plaza fija y cambia de centro cada año, justo en el momento en que ha sintonizado con sus compañeros, el espíritu y el proyecto del centro; hay una cantidad significativa de profesores todavía hoy con dedicaciones partidas o parciales, con tercios, cuartos y hasta quintos de jornada. Los centros tienen que tener plantillas conocidas, integradas, completas y a tiempo, porque eso favorece la cercanía con las familias, con los estudiantes, y permite desarrollar planteamientos y proyectos a medio y largo plazo que puedan ser suficientemente ambiciosos. Asimismo hay que acabar con la política agresiva en cuanto a derechos, aun a sabiendas de que la justicia corregirá esa situación. Son muy numerosas las sentencias que ponen en entredicho las decisiones de la Consejería en contra de derechos laborales que nunca se debieron perder como la contratación verano y el pago de oficio de los complementos. Otro punto de la moción insta a programar a lo largo de la Legislatura convocatorias suficientes y abundantes de plazas con el fin de reducir la tasa de interinidad. Una mera visita a cualquier centro docente de la Comunidad, en cualquier etapa, muestra que es indispensable disponer de más profesores. Y, si me obligan a decir en qué parte hay que hacer más énfasis, asumiendo que es muy difícil seleccionar solo uno, mencionaría la atención y el apoyo a la diversidad en las aulas, donde la realidad es desoladora y hemos desandado un camino muy importante. Se unen aquí dos problemas: el primero está en el corsé legal de la tasa de reposición, que ha minado la labor docente en las aulas en toda esta Legislatura. Hay que pelear por usarla al máximo y por eliminarla lo antes posible. Me dirán, obviamente, que es una competencia estatal, pero tampoco se puede olvidar que se trata todavía del mismo partido, que está en ambas instituciones; por cierto, el causante de esta tasa de reposición pretende ser el cuarto representante de los madrileños en las próximas elecciones por su partido. El segundo problema sí es una cuestión que depende de la voluntad del Gobierno: contratar a más profesores, y no únicamente a los 125 que, como ya vimos ayer en la Comisión de Presupuestos, serán para sustituciones, y que se nos anuncia a bombo y platillo como una gran promesa para el próximo presupuesto.
Otra de nuestras propuestas es completamente firme: derogar inmediatamente el Decreto 42/2012 y toda la normativa que lo desarrolla. Se trata de un decreto innecesario, no consensuado con los agentes sociales, que contradice su pretendido objetivo de lograr los mejores docentes para Madrid, y, sobre todo, es profundamente injusto. Sus orígenes son conocidos: aunar en una norma un cúmulo de desconfianza, quizás de resentimiento, contra el entorno de la educación, los profesores y sus capacidades, los centros, las universidades, los agentes sociales... Desde el punto de vista legislativo, no hay ninguna norma de rango superior que dé pie a su confección; ningún decreto parecido está en vigor en ninguna comunidad autónoma de este país. Para desarrollar las listas de interinos, solo se precisa diálogo con la parte social, voluntad y capacidad de acuerdos. Esto había funcionado bien, y los acuerdos del periodo 2006-2009 eran suficientes y oportunos.Y la derogación es urgente por dos propósitos: primero, porque es preciso interpretar adecuadamente las habilitaciones y condiciones de contratación para recuperar magníficos profesionales, apartados sin base suficiente. Además, tienen ya una reciente sentencia que les obliga; no hagan como en otros casos, aplíquenla de oficio y sin tardanza. Volvamos a contar con esos docentes que, de la noche a la madre, dejaron de considerarse habilitados, cuando llevaban años haciéndolo a plena satisfacción y acreditaban la titulación vigente cuando accedieron a la profesión, que complementaron con experiencia y con formación adicional, en muchos casos la que se les indicó desde la Administración, y con desembolsos propios de formación como completaron todo su bagaje. No se pide que cambien ahora mismo los criterios de las listas, pero hay que incluir en ellas, en el lugar que les corresponda, a los eliminados arbitrariamente. Me consta que hay intención de volver al diálogo social y con las asociaciones de profesores y que se estaba trabajando con la Mesa Sectorial de Educación -bienvenido sea ello-, pero a esa Mesa se sienta el Consejero representando a la sociedad, y tiene que conocer y debe conocer y asumir como un elemento fundamental la opinión de esta Cámara cuando allí se siente, y traemos esta propuesta para que la Asamblea se pronuncie exactamente sobre este punto; por eso, lo siento pero no podemos aceptar la enmienda, ni siquiera la transaccional que nos ha hecho llegar el Grupo Popular.
Por último, hacemos referencia a los procesos selectivos para que realmente busquen a los más capacitados para confiar en ellos la educación de nuestros hijos e hijas y ponerla en sus manos. Es fundamental que se primen en la selección la capacidad pedagógica y que no se incorporen cuestiones que no hacen más que enturbiar el proceso, repartiendo culpas al resto del sector. Por ejemplo, hay que eliminar ese mal chiste que es la prueba de cultura general, con su excesivo peso, por encima de los conocimientos de los temas docentes. No tiene sentido que, habilitando para un cuerpo nacional, los procesos selectivos de Madrid sean radicalmente diferentes al resto de las comunidades; tampoco que no busque un equilibrio entre los resultados de la prueba y la experiencia docente positiva. Y no estaría de más un poco de sensibilidad para el colectivo de mayores de 55 años, donde pueden encontrarse situaciones personales muy dolorosas e injustas.
En resumen, se trata de algo tan simple y tan sencillo, y a la vez tan necesario, como que los docentes tengan una carrera docente predecible a partir de sus esfuerzos y, a la vez, de su labor en las aulas con los alumnos, las familias y sus compañeros.
Termino, saben que me gusta acabar con alguna cita, y hoy aporto una que me parece doblemente oportuna. Se trata de unos versos de la Marsellesa, que dicen así: “Cuando ya no existen nuestros mayores, allí encontraremos sus cenizas y las huellas de sus virtudes. ¡Libertad, libertad querida!” Muchas gracias. (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Socialista).
La Sra. PRESIDENTA: Gracias, señor Moreno. Se han presentado las siguientes enmiendas a esta moción: una, de adición por parte del Grupo Parlamentario Podemos, y una de supresión y otra de modificación por parte del Grupo Parlamentario Popular. Intervendrán los distintos Grupos Parlamentarios enmendantes, de menor a mayor, por un tiempo máximo de diez minutos. En primer lugar, tiene la palabra la señora Salazar-Alonso del Grupo Parlamentario Podemos Comunidad de Madrid.
La Sra. SALAZAR-ALONSO REVUELTA: Gracias, señora Presidenta. Señoras y señores diputados, amigas y amigos, el otro día describía la situación de los interinos y hablaba de que habían sido vapuleados, y alguno se molestó. No quiero intentar hacer aquí, en estos diez minutos que tengo, un rosario de la cantidad de atropellos que se han cometido sobre ellos. Les quiero contar solamente una historia; una historia de las muchas que hay: la del “Grupo de las 25”, como se autodenominan ellas a sí mismas. Es un grupo de profesoras de educación infantil que llevaban mucho tiempo impartiendo docencia cuando aún ni siquiera había una titulación específica de educación infantil. En un momento determinado, a finales de los 90, el Ministerio de Educación sacó una titulación específica y les pide a estas docentes que hagan un curso, bien por la UNED bien por la universidad Autónoma;
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