comentario al hilo de la rueda de prensa ministro wert

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Al ministro Wert se le escapó hoy en la rueda de prensa posterior a la reunión del consejo sectorial de educación. Justificando el valor y pertinencia de una de las ideas centrales de su nueva propuesta, la elección temprana de itinerarios, echó mano de la comparación con el sistema educativo finlandés. Vino a decir el ministro que el único país de Europa que mantiene la educación universal obligatoria hasta el final de la secundaria es Finlandia, junto con España hasta ahora, claro. Allí funciona razonablemente bien: bajos índices de abandono escolar y un buen nivel académico. Aquí evidentemente no funciona. Pero al desarrollar la comparación el desliz: allí funciona, primero porque es un país “más homogéneo” (¿) y, segundo, POR LA INVERSIÓN ..., y aquí la rectificación sobre la marcha, eso sí, bien hilada, pero que sin pronunciar la palabra venía a decir lo mismo: allí, con grupos muy reducidos y con una atención más personalizada (permitida por la gran INVERSIÓN por alumno, esto no lo dice claro) se puede desarrollar el sistema con éxito.
Claro: quizá porque en Finlandia se preocupan realmente de sus futuras generaciones en congruencia con discursos sobre la calidad de la enseñanza y la necesidad de que tod@ futur@ ciudadan@ obtenga una educación básica no sólo digna para un país desarrollado, sino real y objetivamente buena. Aquí en España, parece que se han empeñado desde hace ya varias legislaturas de hacer todo lo contrario: buenas intenciones, grandes discursos sobre calidad, reforma tras reforma, pero siempre y por otro lado tendiendo (en algunas comunidades más acentuado que en otras) inexorablemente a ir rebajando la INVERSIÓN en educación (siempre de las más bajas de Europa por alumno). Lo extraño es que hubiera funcionado ¿no?
Lo que parece cada vez más evidente (para el que no lo hubiera visto ya antes de este periodo de “crisis” –coartada no encontrada sino en mucho provocada y tolerada por los poderes políticos en occidente) es que el modelo económico en acelerada implantación en nuestros días y, desde luego, todos los modelos que necesariamente han de complementarlo en educación y otros sectores sociales y económicos, es fruto de una decisión política consensuada por las élites de los dos grandes partidos en su convergencia con los poderes dominantes: el eje anglosajón y el eje franco-alemán (es decir, el capitalismo más salvaje), totalmente dirigidos por las élites económico-financieras. Es un programa político, no una evolución natural “de la economía”.
Haya sido desliz o no, lo que si parece claro es que el modelo educativo español ha de adaptarse sí o sí al modelo económico que se ha decidido implementemos, independientemente que se pueda admitir que existen alternativas: es una cuestión política, y ya sabemos donde está cada uno.